De regreso a casa

El 27 de Septiembre nos despertamos pronto, hoy toca mecánica. Durante el viaje vimos que el alternador no era capaz de dar más de 12V a las baterías, lo desmontamos. Tenemos delante nuestra segunda biblia (“Boatowner’s Mechanical & Electrical Manual” de Nigel Calder) y el manual de despiece del motor. Descubrimos que falla el regulador de corriente, compramos uno nuevo y montamos otra vez todo el sistema, no nos sobra ninguna pieza, perfecto. Ponemos el motor en marcha y nos da 14,2V, estamos salvados, mañana marchamos!!!!!!

El 28 prontito salimos de Palermo y como la meteo todavía no está clara arrumbamos a Isola Femini. Decidimos navegar un rato a motor para cargar las baterías, el piloto todavía no funciona…. ya arrancará. Fondeamos sin más problemas y disfrutamos de la bonita puesta de Sol. La Previsión da una bajada del viento y un role a NE que nos irá muy bien para saltar a Cerdeña.

El 29 de Septiembre desayunamos fuerte y preparamos a Lune de Miel para la travesía. La Mar está plana, queda algo de fondo, y el viento de unos 12 nudos de Oeste, ya rolará, comenzamos a ceñir apuntando al sureste de Cerdeña, cuando role nos quedará margen para llegar a Carloforte dónde esperamos cargar Diesel y comida de aquí a 30 horas. El viento refresca (sube de intensidad) y comienza su role hacia el Norte. Sobre las 14h llevamos navegadas unas 18 ó 20 millas, en linea recta nos hemos separado de la costa Siciliana menos de 8 millas, tenemos un fuerte viento que se ha quedado de Noroeste a 18 nudos con rachas de 22, justo de cara, y con mar levantada que hace la navegación lenta e incómoda. Después de muchos bordos y unos cuantos rociones vemos que estas islas hoy no quieren dejarnos marchar, damos la vuelta y arrumbamos a Capo San Vito dónde estaremos protegidos. A las 18:00h lanzamos el ancla sobre arena y se agarra muy rápido, cuando nos tiramos al agua vemos que no era arena, es roca y la tenemos cogida en unos extraños surcos, hoy no se moverá, espero no tener demasiados problemas mañana para cobrarla. Estamos en un fondeo resguardado pero según la guía prohibido junto con 7 u 8 barcos más, por esta zona interpretan de forma peculiar las indicaciones de las cartas. Bajamos a tierra a por pan y fruta, están de fiesta mayor y es divertido.

El 30 de Septiembre levamos ancla sin problema y volvemos a intentar el salto, hoy pinta mejor, se ha instaurado un bonito viento del Noreste a 15 nudos. Nos separamos de la costa y comenzamos a correr mucho. Un día nublado con temperatura agradable, el viento que nos alcanza casi por la aleta y la Mar de un color gris plateado con olas de casi 2,5 metros pero muy separadas entre ellas, parece más las fotos que he visto de los Alíseos del Atlántico que el removido Mediterráneo de otoño… Nosotros corremos a 7/8 nudos y la previsión, si todo sigue igual, de llegar en 26 horas. Con el viento empujando de esta forma nuestro “Capitán Gomiti” no aguanta ni dos minutos el rumbo, pero es divertido llevar la rueda y no nos importa, pilotamos más rato mirando la estela para surfear las olas que nos alcanzan que el compás, una maravilla.

Sobre las 17:00h el viento vuelve a estar de Oeste y estamos demasiado lejos para volver, sólo tenemos una salida y es por proa, al ataque. Comenzamos a ceñir y el GPS ya no nos da tiempo estimado de llegada, no entiende nuestro rumbo y nosotros tampoco…. Probamos el piloto automático y no funciona, ya no es normal. Revisamos de nuevo las conexiones y vemos que un mal contacto en el regulador de carga de los solares nos está fastidiando, lo desmontamos y vemos que una soldadura se ha roto y nos da un mal contacto intermitente. Es tarde y lo arreglaremos mañana. Mila y Olivier pescan un Bonito

Repartimos las guardias, preparamos el bonito Bonito para cenar y descansamos. Sobre las 0400 tenemos otra “agradable” sorpresa, las baterías de servicio se han quedado secas, ya no funciona el GPS, ni la radio, ni las luces de navegación. Dejamos en cubierta dos focos para hacer señales e iluminar nuestras velas y la radio portátil que encenderemos con barcos cerca y para los partes de meteo. Suerte que quedan pocas horas para la salida del Sol.

Sale el Sol tímidamente la primera mañana de Octubre y nos ponemos manos a la obra con el solar. No podemos soldarlo y hacemos una chapuza con pegamento, cobre y cinta aislante. Lo conectamos y funciona, aunque con este cielo y el poco sol que atraviesa las nubes muy bajo, obtenemos tres tristes amperios. No sabemos cuanto tiempo hace que este contacto está así pero si sumamos este problema al fallo del alternador, las baterías de servicio llevan tiempo sin alimentarse, están muertas y no creemos que se puedan recuperar.

El viento está entre 16 y 20 nudos de NW, justo donde nosotros vamos, esto será largo. El sol va ganando altura y las nubes se van rompiendo, nuestros paneles ya nos están dando 6 amperios y la electrónica vuelve a funcionar. Racionamos la corriente para cargar al máximo las baterías y también los focos y la radio portátil, hoy no llegamos a Cerdeña ni de broma. El viento va subiendo y la presión bajando, nuestra amiga con su dulce y melodiosa voz del “Avisi di Borrasca” no para de asustar por el canal 68, son las 18:00h y ya estamos de vuelta con el tormentín y tres rizos en la mayor y la Mar totalmente caótica. El viento está sostenido a 25 nudos con frecuentes rachas de 30. Puntual a las 03:00h nos quedamos sin electrónica y navegamos siguiendo el carro un rato y por suerte sobre las 0500h avistamos las primeras luces del Capo Carbonara, al Sudeste de Cerdeña. Yo caigo agotado con fiebre sumándome al grupo de objetos inútiles (baterías, Piloto y GPS), Mila y Oli quedan sólos en cubierta. Han salido 206 millas cuando en el trayecto de ida (saliendo de más lejos) hicimos sólo 173 millas, 33 millas extras de bordos saltando olas en medio de un temporal fuerza 7!!.

El 2 de Octubre, agotados, tiramos el ancla en una bonita playa, Pira, resguardados del fuerte Oeste que está soplando por toda la zona. Es una playa paradisiaca, sin gente ni cobertura (hay que subirse al solar para tener “una rayita”) donde podremos descansar y recuperarnos. Nos bañamos y bajamos a tierra para caminar un poco y desentumecer las piernas. Es una cala muy tranquila y pasamos la noche.

El 3 salimos sin prisa y comenzamos a bordear primero el Capo Carbonara con todas sus islitas, bajos y faros que nos guiaron hace dos noches. Seguimos dejando el sur de Cerdeña por estribor y vamos llamando a los puertos, en ninguno tienen Diesel y nosotros estamos en las últimas…. No entramos en Cagliari, es una bahía muy grande e ir a repostar y salir nos supone un día de navegación. Por teléfono hablamos con Teulada y nos dicen si que tienen y que hablando con el marinero podemos repostar a cualquier hora, calculamos llegar a las 2100. Navegamos cómodamente con un viento suave de Este disfrutando de la costa, sorteando algún pescador y huyendo de los grandes cargueros que no dejan de entrar y salir del puerto de Cagliari y de la refinería de Pula.

Por la tarde el viento comienza a escasear y hacemos lo que podemos con las velas, nos reservamos el poco Diesel que nos queda para emergencias. Sobre las 11 de la noche entramos en el puerto de Teulada y nos hacen amarrar en un pantalan ¿?. El marinero nos dice que no ha habido nunca gasolinera en ese puerto y que quien nos atendió por teléfono no entiende el inglés !!!!! Suerte que es un tio majo y con unos amiguetes nos acompañan a la gasolinera del pueblo, 8Km, a llenar los depósitos. Por lo menos cargamos 85l que nos dan margen, también compramos Ichusa, cerveza local para amenizar la "velada", son las 2 de la madrugada y nos dejan cargar agua y descansar unas horas, siempre que marchemos antes del cambio de turno que es a las 6 de la mañna…..

Ya nos va bien salir pronto y el 4 de Octubre vemos la salida del sol mar adentro. Las previsiones son de un par de días de viento del Este y luego calmas. Hay que aprovechar, tenemos 400 millas por delante y no queremos hacerlas a motor, el ruido es molesto y además no tenemos suficiente combustible…

La navegación es agradable y tranquila, mar plana y viento suave del Este que nos empuja en la dirección correcta. Pasamos por delante de Zaferano y oímos por la radio que los militares italianos la están cerrando para “hacer maniobras”, están echando al velero Nefertiti de mala manera, que pena. Nosotros ponemos proa a Isola del Toro desde donde pondremos proa a casa pasando cerca de Menorca por si el tema se vuelve a complicar. Nos sumergimos en una tranquila rutina a la rueda, pescando bonitos para comer, cargando las baterías con el solar para tener luz y electrónica el máximo tiempo posible, charlando y descansando. Mila hace pan, si lo descubren los de la Otan lo podrían utilizar como arma arrojadiza de destrucción masiva… al poco descubrimos como comerlo, hay que partirlo con la cizalla de abordo en trozos pequeños y luego reblandecerlo durante 30 minutos en la boca (como si fuesemos abuelos desdentados) para poder saborearlo, está buenísimo.

Sucesivas sesiones de coaching con el Capitán Gomiti y dedicando un rato a reglar las velas conseguimos que este nos releve al timón por espacios de tiempo cada vez más largos. Si Slocum, Moitessier, Chichester y otros dieron la vuelta al mundo con la caña amarrada no es mucho pedir que nuestro Capitán se quede al mando por unas horas…. y así lo hace, GENIAL!!!.

Se nos escapan un par de bestias pardas, uno parte la rapala y el freno de la caña, que estaba puesta a 20Kg salta como si la hubiésemos dejado suelta, otra nos dobla los anzuelos. Debían ser grandes. Un dorado, justo antes de subirlo a bordo consigue zafarse, buena suerte dorado… Nos visitan un montón de delfines y reencontramos a nuestro amigo saltarín que ya vimos haciendo cabriolas por estas mismas aguas hace un mes y medio. También nos encontramos con antiguos amigos del Mar de Cerdeña: Filipino Monkey, Indian Eating Cats y la voz de ultratumba buscando a Mario….. A 60 millas de Blanes dos surtidores de agua nos hacen arriar de inmediato las velas, tenemos a menos de 40 metros del barco dos imponentes ballenas (Calderón Común) y estamos parados a su lado, no nos atrevemos a saltar al agua y nos quedamos contemplándolas. Al rato se sumergen enseñándonos antes su impresionante cola, nos quedamos un rato por si vuelven a aparecer, estamos impresionados. Izamos velas y continuamos navegando.

El 7 de Octubre a las 8 de la mañana entramos en el puerto de Premià y nos amarramos en el mejor pantalán de todos, el E

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