A donde nos lleve el viento III (Isola Eolie)

El 17 de Septiembre levamos ancla y salimos hacia Alicudi, primera de las islas Eolias que queremos visitar.

Dispuestas en forma de Y como la constelación de Orión. Los primeros amos de las islas fueron los dioses y monstruosas criaturas. Eolo, el dios griego de los vientos, dio su nombre al archipiélago y regaló a Ulises un odre lleno de vientos favorables. Hefesto, al que los latinos llamaban Vulcano, famoso por ser el forjador de los rayos de Zeus y del tridente de Poseidón, tenía aquí su fragua y vivía con sus ayudantes, los cíclopes, en el interior del cráter de Vulcano. El mítico rey Líparo, hijo de Eolo, rebautizó con su nombre la antiuga Melignis, la más grande de las islas.

Navegación rápida a 6 nudos gracias al viento suave por la aleta y la mar plana, que gozada de navegación después de los últimos días, aunque de las nubes aún cuelga alguna de las mangas que vimos ayer para recordarnos lo rápido que se enfadan los Dioses por estas latitudes….

Nos adelanta un pez volador precioso de color azul (no se si todos lo son, es el primero que vemos) con un salto de entre 25 y 30 metros, quizás lo esté persiguiendo un “bonito” y grande depredador que muerda nuestro incansable pulpito de popa…. al rato nuestro cefalópodo de silicona es atacado por una bonita Seriola de 800gr que después de ser limpiada hará el resto del viaje en la nevera hasta la noche en que nos acompañará durante la cena. Nos acercamos por el sur a Alicudi que va creciendo de forma espectacular a la proa de Luni. estamos a escaos 300 metros de su costa y la sonda en la carta da 700m de profundidad, el fondeo será complicado. La playa está muy expuesta y decidimos continuar hacia Filicudi, guardada por el gran guerero jedai (otros ven un buho, un monje, un conejito,….) de 70 metros de altura, pasamos cerca y la sonda ni se mueve. Bordeamos la isla y en el lado este encontramos una pequeña ensenada con algunos barcos en las boyas y otro fondeado. Estamos a 50 metros de la playa de piedras y tenemos 65 metros de profundidad y cuando os acercamos sube rápidamente. El fondo es rocoso y nuestra ancla no sirve de nada, nos separamos y la desmontamos. En su lugar ponemos la que nos regalaron Michelle y Jeff en Palamós hace unos meses, GRACIAS. Tiramos el ancla a 10m de prof y después de largar 32m de cadena estamos muy cerca de la playa con 5m de fondo, que miedo, parece que de un salto podamos bajar a una playa llena de piedras redondas del tamaño de melones. Como vemos algunas medusas rosas, que aunque bonitas tienen una pinta de picar fuerte, no me entretengo mucho, miro el ancla y hago mis abluciones vespertinas lo más rápido posible.

Mientras estamos cenando aparece velero que fondea entre la playa y nosotros otro velero, al rato se nos acerca un dinghy, que sorpresa, acaban de llegar Jessica y Roy que nos invitan a desayunar mañana por la mañana. La mañana del 18 nos despertamos pronto, el espectáculo promete, tenemos delante a Stromboli, Panarea y Salina, según como borneamos también Lípari (Vulcano queda escondida) y el Sol saldrá entre ellas!!! Después de ver el amanecer nos vamos a desayunar al Tetamanu, desayuno continental, increible, tostadas, tortilla con bacon y jamón, café, te, pastas….. Luego nos vamos a recoger piedras volcánicas a la playa y a pasear por el pueblecito, no nos podemos bañar, hay unas medusas muy bonitas de color rosa y largos tentáculos, y otras de marrones que según los locales no pican…. nosotros no lo probaremos. Aprovechamos la excursión por tierra para comprar cuatro cosas en el super local y tirar la basura.

El 19 de Septiembre levamos ancla y ponemos rumbo a Salina. Salimos del fondeo con una brisa muy suave, tanto el Tetamatu como Lune de Miel no quieren romper el encanto del lugar y salen navegando a vela intentando aprovechar la suave brisa de la mañana, que cada vez es más suave, en lugar de buscar el rumbo directo vamos siguiendo la huella que deja el viento en las cristalinas aguas de la balsa de aceite en que se ha convertido el mar entre las dos islas. En un momento nos quedamos encalmados y vemos que a unos cien metros a nuestra proa las aguas tiemblan ligeramente indicando que hay algo de viento, como llegar hasta ahí sin encender el motor, no hay viento y los remos del Dinghy son demasiado cortos……, a grandes males, grandes remedios, lanzamos un cabo por proa y remolcamos a Luni ante la perpleja mirada del Tetamatu!!!!

Nos acercamos al pequeño pueblecito de Rinella que parece colgar de la pared, la misma pared que cuando entra en el mar continúa hasta los 500m de profundidad. Nos pegamos a la pared y dejamos caer el ancla que encuentra fondo a 15 m sobre piedras y algas, cada vez los fondeos son más precarios. Botamos los dinghy’s, merienda todos juntos en Lune de miel (tapas con provolone y frankfurt, palitos de prosciuto, cervecita fresca y algún resto más que encontramos en la nevera), luego nos dirigimos a tierra, Jessica se queda de guardia. Cena temprano en Tetamanu, pasta con salsa picante, Roy es un excelente cocinero y a dormir pronto. La noche pasa tranquila hasta las 4:30 del 20 de Septiembre que comienza a tronar y un gran cúmulo al otro lado de la isla se enciende como una bombilla con los relámpagos que se ven en su interior. Nos levantamos y preparamos todo por si hay que salir corriendo. Mientras cae un fuerte chubasco desayunamos. Calma el tiempo pero no podemos dormir más, levamos el ancla y nos vamos a inspeccionar el otro lado de la isla. Después de dar la vuelta encontramos viento y arrumbamos hacia Lípari, la isla más grande del archipiélago.

Cruzamos el canal y cuando ya estamos en la costa de Lipari nos encontramos al Tetamanu que viene directo desde el fondeo de Salina. Juntos avanzamos hasta Lipari donde encontramos unas playas de arena y un mar verde turquesa delante de una cantera abandonada. Cambiamos el ancla a la FOB HP que tan buenos resultados nos ha dado en arena. Aparece un rio de porquería, imposible, que mala suerte, primera de tres equivocaciones: a) se trata de un ríó de piedras volcánicas que flotan arrastradas por el viento; b) la fábrica no está abandonada, la han reconvertido en un pequeño bar, White Beach; c) el pueblo no es Lipari, es Canneto, que también es bonito, lo visitamos y compramos pan y fruta, hace días que no utilizamos el GPS para navegar.

El 21, después de despertarnos con calma, desayunar y bañarnos hacemos a motor las dos millas que nos separan de Lípari. Entramos en la rada y comenzamos por el norte a buscar un fondeo. Primero el puerto comercial con bastante tráfico y luego el deportivo, pasamos de largo. Nos situamos debajo del Castillo-Monasterio, que está en un acantilado 150m por encima nuestro, la sonda no da profundidad, pasamos de largo. Pequeño puerto de pescadores, muy bonito pero no podemos tirar el ancla, pasamos de largo. Vemos un sitio con buena pinta y un barco, el “Stromboli Expres”, nos acercamos y vemos fondo de arena a 13m, ideal, es el lugar dónde esperan los barcos que recogen turistas para llevaros de excursión, pasamos de largo. Finalmente vemos una pequeña calita con alguna boya de pescadores, nos situamos entre ellas, calculamos el borneo y dejamos caer el ancla. Mientras estamos terminando el fondeo se acerca una barca de pescadores ofreciendo pescado, Roy compra 5 Llampugas y le regalan dos más, nosotros bajamos al pueblo a por vino y un postre, ya tenemos organizada la cena. Lípari es una ciudad bonita y antigua aunque muy turística…

22 de Septiembre. Día soleado y con brisas ligeras, parece que hoy tampoco abriran el saco de vientos de Ulises. Levamso ancla y salimos hacia Panarea, la brisa refresca un poquito y nos ponemos a navegar a 6 nudos sobre un espejo que refleja todas las islas que tenemos a nuestro alrededor. Tiramos la linea de pesca y cuando estamos cerca de nuestro destino, como andamos rápido, decidimos continuar hasta Stromboli. De golpe la caña comienza a sonar, algo ha picado, nos giramos y vemos que llevamos cogido al sedal un Occeanis 44 de color azul, Roy nos ha cruzado por la popa y se ha enganchado… hacemos un par de maniobras y conseguimos desliar el tema. Con la maniobra perdemos el barlovento de Panarea y nos quedamos desventados a su Oeste, nos ayudamos del motor para escapar. Volvemos a navegar a 6 nudos y la inmensa mole del Stromboli cada vez se hace más grande delante nuestro y se ve humear…. El sedal vuelve a sonar, comenzamos a cobrar hilo y de golpe unas pequeñas gaviotas grises revolotean encima de nuestra captura hasta que una se queda enredada, desventamos la vela para no hecerle daño, cuando lo tenemos a bordo lo desliamos y el en agradecimiento me pica repetidamente las manos. Finalmente salta al mar y marcha, hoy no cenamos ni pescado ni pollo….

Por la tarde llegamos al sur de la Isla, el Tetamanu tisa su ancla y cuando nosotros llegamos vemos que está entre rocas y muy cerca de la pared, además no se ve el crater. Como nos quedan un par de horas de sol, continuamos para ver la Sciara di Fuoco. Desde el mar se ven las explosiones y entendemos por que no dejan acercarse a la costa, vemos caer las rocas y salpicar. Continuamos bordeando la isla hasta llegar delante de San Bartolomé donde tiramos el ancla a un mar completamente negro, me zambullo para ver el fondeo y sorprendentemente el fondo es de arena, sólo que negra, completamente negra. Avisamos a Roy y Jessica del fondeo que hemos encontrado y cenamos. Después de la puesta levamos ancla y nos dirigimos a la Sciara di Fuco para verla a oscuras. Espectáculo increible, cada 15min una explosión que ilumina de rojo la nube de gases que emana el Volcan. Nos quedamos dos días visitando el pueblo y San Vincento. Los dos son de pequeñas casas blancas y con vehículos eléctricos, una preciosidad.

Desde que salimos de Palermo que el piloto automático nos indica baja bateria y se ha negado a funcionar obligándonos a ir continuamente a la rueda. Los indicadores de la batería no muestran problema y juntamos las baterías para cargarlas con el motor, no sólo no se cargan las de servicio sinó que la del motor (que es nueva) comienza a fallar…. Además, la muerte del diplomático Americano en Siria ha convertido el mar del sur de Sicilia en un campo de operaciones militares, barcos de la armada que piden identificación a todos, mensajes en el Navtex avisando de operaciones antiterroristas, etc. Por todo esto decidimos que no es prudente iniciar el regreso atravesando el Estrecho de Mesina y visitar Taormina y Siracusa. Hablamos con Olivier y le pedimos que nos acompañe de vuelta a casa para poder repartir las guardias a la rueda y quedamos con el en Palermo!!!

Tenemos unos días para llegar a Palermo y no queremos perdernos la famosa Fragua de Vulcano, el 24 de Septiembre levamos ancla y acabamos de dar la vuelta a Stromboli para arrumbar hacia Vulcano que se ve humeante en el horizonte. Ya que nuestro piloto Raymarin 6000+ ha decidido tomarse unas vacaciones utilizamos el de respeto que compramos en los chinos por 0,5€, se trata del Raymarin 0.0, para nosotros “Capitan Gomiti”, al que comenzamos a enseñar a navegar por estos mares. Con vientos de ceñida y través aguanta bastante bien, de empopada y con motor es un desastre…. pero nos da un respiro al timón.

Llegamos a Vulcano y fondeamos en la bahía de levante, la previsión es que entre viento de SW y además, en la guía habla de baños de azufre…. Tiramos el ancla de arena a una profundidad de 6 metros justo debajo del crater del volcán. Por mucho que buceemos no se ve si está bien agarrada, de hecho, bajo el agua no puedes verte ni la mano…. nadamos hacia la playa y notamos corrientes de agua fría y otras de muy calietes. Entramos en una zona balizada con boyas donde el olor a huevos podridos es terrible, el agua hierve con grandes burbujas y el sabor del mar no se nota ni salado del furte sabor a azufre. Ya en la playa entramos en una especie de esplanada con charcos humeantes de agua que burbujea, una piscina natural de agua blanquecina llena de turistas, estamos dentro de los baños y sin pasar por taquilla! la gente está blanca, parece los baños de Cala Roja (Menorca) pero aquí los “lugareños” parecen sacados del final de la película Platoon de Oliver Stone. Nos damos un baño de barro sin temor, a mi ya no me puede caer el pelo….

De regreso a Lune de Miel encontramos al pescador de Lipari y ya que no hemos pescado nada le compramos tres dorados para la cena.

El 25 de Septiembre levamos ancla pronto por la mañana con el viento ya disparado, hoy será largo, por delante tenemos 40 nm con el viento y el mar de cara. Parece que finalmente y como despedida, los dioses han abierto el saco de Ulises para nosotros. Además corredera y profundidad se han sumado a las vacaciones del piloto, ya no tenemos instrumentos en cubierta, preparamos la sonda manual para cuando lleguemos a Cefalú, suerte que conocemos el fondeo, esperamos llegar de día. Salimos entre Vulcano y Lípari, nos acercamos a dos grandes gendarmes (supongo que por aquí se les llamará carabinieri) y cuando tenemos suficiente resguardo para dejar Vulcano por sotavento arrumbamos hacia Sicilia, el viento ya esta a 25 nudos (suerte que el ventimetro es de mano y va a pilas…) Fantásticas vistas de las Eolias que van quedando lentamente por popa. Cuando nos acercamos a Sicilia el viento para por completo y tenemos que poner el motor para llegar de día, navegamos lentamente disfrutando de la vista cuando nos rodea un grupo de unos 30 delfines que nadan en círculos y saltan alrededor del barco, paramos motor y ellos se quedan. Salto al agua con las gafas, primero marchan algo asustados (no me extraña, todavía debo oler a infierno), les oigo bajo el agua y poco a poco se acercan y nadan a unos 10 metros por debajo mío y también por detras, ESPECTACULAR!!!!. Fondeamos en Cefalú sin problemas justo antes de que se ponga el Sol.

El 26 de Septiembre salimos hacia Palermo, no tenemos casi viento, la Mar está plana y vamos con génova y mayor navegando tranquilamente, tenemos por delante una 20 millas sin problema. En el horizonte, por popa, todavía se ve la siluata de las Eolias y eso nos hace pensar que no estamos demasiado lejos, ¿cómo tendrán hoy al saco de los vientos los dioses? Cuando vovemos la vista a la proa vemos a una milla por delante nuestro un montón de borreguitos (indica que ahí el viento está como mínimo a 20 nudos) que corren perpendiculares al viento que tenemos nosotros, eso no está escrito en ninguno de nuestros libros de meteo! tenemos el tiempo justo de enrollar el génova y meter tres rizos a la mayor, el tormentín (que estrenamos hoy) lo subimos ya saltando olas con un fuerte viento de sur que además está muy caliente, por el valle de Términi entra el famosso Siroco soplando a mas de 30 nudos. ceñimos como podemos para acercarnos a la costa y así navegar sin olas. A tres millas de la playa La Mar se calma pero el viento no deja de aullar. Bajamos la mayor del todo y nos ponemos a correr sólo con el tormentín y el viento por el través, Luni vuelve a correr a 6/7 nudos (medidos con el GPS, único dispositivo electrónico de navegación que aún nos funciona). Pasamos Términi y Portichello donde estuvimos fondeados hace unas semanas, bordeamos el gran cabo y entramos en la Bahía de Palermo dónde el Siroco tiene un cámino todavía más fácil para empujarnos, si esto sigue así nos costará frenar al barco para entrar en el puerto de Palermo. Finalmente amarramos en el Molo Sud, Antonio nos trató muy bien hace unas semanas y volvemos.

Por la tarde llega Olivier, que alegría verlo por aquí, no sabe lo que le espera si no podemos reparar el suministro eléctrico, pero eso será mañana, ahora vamos a por unas buenas pizzas y cerveza fresquita!!!

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