Illes Balears (Junio 2012)

Después de estar unos días con los últimos preparativos (comida, combustible, agua, ropa, mapas, cortar el nuevo colchon de viscolástica, reparaciones de última hora, …..) decidimos largar (es la fórma técnica de decir que las cargamos a bordo, aquí no se tira nada) amarras, con más ganas que juicio, el 10 de junio.

Pasó lo que tenía que pasar por no esperar un día o dos más. Viento fuerte de proa y olas que cada vez son más gandes. Lune de Miel y nosotros con unas ganas tremendas de salir de los calores del puerto ponemos proa a la bahía de Alcudia, no me preguntéis porque esta bahía y no otra, no hay ningún motivo especial. Comienza la aventura, cada hora hemos quitado y puesto algún rizo, enrollado y abierto el génova, recogido lo que cada 20 minutos sália volando en el interior del velero, …. pero lo que es avanzar, no mucho. Agotados y medio mareados vemos que seguir con la proa a Alcudia era una locura, pero que hacer!! cambiar a Menorca nos exponía a encontrar vientos más fuertes y por ser nuestra primera travesía en solitario optamos por Soller, en principio, en algún momento deberíamos encontrar el abrigo de la Sierra de Tramuntana y buen resguardo en el fondeo. La segunda pregunta, no hemos preparado nada para comer con las prisas por salir, ¿quien baja a hacer la cena?

26 horas despues de salir, son las 20:00 del lunes 11, tiramos el ancla con miedo de romper el espejo que forman las cristalinas aguas de la bahía natural del puerto de Soller. Ducha calentita (gracias Pepito) y cena sin tener que perseguir la comida por la cubierta y pudiendo beber algo que no contenga agua de mar….. Después de disfrutar de la bonita puesta de sol con el faro de Soller, Es Far (el nombre no se lo han currado mucho), en primer plano nos vamos a dormir. Creo que aunque el colchón hubiese sido de piedras puntiagudas habríamos dormido igual de bien.

Al día siguiente bajamos a tierra para pasear, estirar las piernas y hacer alguna compra, estaremos un par de días más, se está tranquilo (que poco sabemos del mar….). Por la noche, cenita agradable a bordo y a dormir que nos queda sueño retrasado. A media noche y por los caprichos azarosos de Poseidón, comienza a entrar mar de fondo y viento en la bahía ratonera y todos comenzamos a movernos como peonzas ebrias. Al día siguiente recibimos la visita de Natalia, salimos con la intención de dar una vuelta para ver la Sierra de Tramuntana, alguna cala y quizás llegar a El Toro (que es donde vive ella), ha de ser fácil con el viento que hace. Desayunamos y salimos de la rada, pero alguien sigue con sus caprichos y el viento está a cero y la Mar vuelve a ser aquel espejo de tonos azul oscuro, regresamos a motor y tiramos el ancla. Por la noche ya volverá el viento y el mar!!!!.

El 14 levamos ancla en busca de un lugar con noches menos movidas. Tenemos una navegación tranquila con poco viento que nos permite disfrutar de la costa a poca distancia. Enfilamos Illa Dragonera y en el canal pescamos un espetón que nos acompañará en la cena… Llegamos a El Toro y fondeamos delante del puerto de Adriano, pero no nos gusta nada del sitio y retrocedemos algo hasta la bahía natural de Santa Ponça dónde fondeamos tranquilamente a 5m de profundidad. Entramos con el dinghy para celebrar mi cumpleaños en el puerto (dejamos al espetón vigilando la nevera del barco, mañana le tocará a el). Éste será el último viaje que podamos hacer a motor en unos días, las bujías nos han pedido una jubilación anticipada, aunque seguramente merecida.

Por la noche, mejor dicho al día siguiente temprano (son la 1:00h) vuelve Natalia para celebrar el cumple, la recogemos en la playa a remo y nos cuesta localizar el barco en la oscuridad, suerte que Mila se da cuenta y nos guia con el foco. Natalia trae el combustible correcto, embutido de la isla y champagne francés!!!!

Un día decidimos bajar a tierra para pasear, como está lejos hasta ahora no nos han entrado ganas de remar. Cuando llegamos a la playa algo empieza a chirriar, paseamos y lo que debería ser un bonito pueblecito de costa se ha convertido una sucesión de calles atestadas de bares en los que a las 12 del mediodía ya hay ordas vikingas con sus grasientos (por denro y por fuera) cuerpos semidesnudos que se hidratan a base de sangria barata y cerveza caliente. La visita se reduce a la compra de un cargador para el teléfono y en 40 minutos volvemos a estar en el remanso de tranquilidad del fondeo.

El 16 levamos ancla y seguimos viaje, hoy tenemos dos objetivos, cruzar la bahía de Palma lo antes posible y encontrar otro bonito fondeo. Tiramos el hierro en Es Trenc, a 3,6m de profundidad. No hace falta bucear para controlar el ancla, se ve a simple vista desde cubierta y el barco parece estar suspendido en el aire, no yay nada entre el y su sombra. Delante tenemos una playa a la que durante el día se acerca gente pero que por la tarde queda desierta, un lujo. Decidimos quedarnos algún día más. Cuando doblemos el Cap de ses Salines nos encontraremos con el NE que está soplando todos estos días y no tendremos tierra de por medio que nos resguarde, se acabó el viento con mar plana….. pero mientras tanto, a disfrutar de este trozo de paraíso.

Salimos del fondeo a vela y comenzamos a navegar hacia el cabo por un Mar tranquilo, en el horizonte se ven las olas que nos esperan cuando perdamos el resguardo. Bordeamos ses Salines y comenzamos a remontar dirección NE, Lune de Miel ciñe fantástico y las olas casi ni se notan. Recalamos en Cala Mondragó y Cala Gran (Cala d’Or) buscando fondeo pero están muy abiertas al oleaje por lo que después de bañarnos marchamos buscando un fondeo tranquilo. A las 20:00 tiramos el ancla en el puerto natural de Porto Colom con 4m de profundidad. Sitio ideal para reponer fuerzas y comprar productos frescos, parece extraño, pero no encontramos bujías por lo que toca remar (sólo en breves momentos nuestro motorcito accede a encenderse y acompañarnos un ratito…).

El 20 salimos a vela de este bonito puerto natural y como el viento ha rolado un poco podemos poner rumbo directo a a Cala Turqueta en Menorca. Una larga ceñida de 30 millas a 7 u 8 nudos que nos permite hacer un montón de cosa como comer, producir agua y lo más importante, disfrutar del viaje y las vistas (hacía días que no perdíamos la costa de vista). Cala Turqueta está abarrotada de gente y nos acercamos a Macarella, fondeamos junto a otros seis barcos, cuatro de ellos marcharán y pasaremos la noche casi solos. Desde las paredes de los acantilados, la vista sobre las calas es imprsionante y nuestro Lune de Miel está estupendo a cinco metros de su sombra en el fondo arenoso de la cala.

El 21 al mediodía, todavía no sabemos exactamente porqué, salimos de Macarella para continuar viaje. Entramos en Cala Galdana, el año pasado celebramos mi cumple aquí y quedamos en volver navegando este año, promesa cumplida. El día se está poniendo raro y por el Navtex entra el fantástico mensaje (Gale Warning) de que por la noche entra una Tramuntanada, que bonito hubiese sido quedarse en la Macarella …. Comenzamos nuestra particular procesión/peregrinación buscando resguardo de tramuntana con un sur fuerte y sus olas acompañando, acercarse a la costa es peligroso y cuando lo hacemos para sondear alguna cala, está ya llena. Finalmente, a las 21:00 fondeamos en Binibequer junto con un catamarán austríaco, tres veleros franceses y otro de Barcelona, la Tramuntana ya está enchufada, tenemos mucho viento pero la Mar está plana y según Mila fría. Nuetra experiencia nos dice que nos tendremos que quedar 3 ó 4 días.

En Menorca teníamos que encontrarnos con Xavi que estaba llevando un Charter a las fiestas de San Joan en Ciutadella, sólo lo pudimos ver unos 20 segundos en el horizonte con el velero rizado y empujado rápidamente por la Tramuntana hacia el sur, no se si a los clientes les quedarían muchas ganas de verbena!!!!.

El 23 parece que la Tramuntana ha comenzado a aflojar y salimos del fondeo. No tenemos ganas de dar toda la vuelta a l’Illa de l’Aire y pasamos por el canal, no es tan estrecho ni con tanta corriente como dice la guía, quizás el que la escribió no pasó con un velero tan chulo como el nuestro ;)    Paseamos por la costa y a las 16 nos amarramos a un “Donut Flotante” en el puerto natural de Maó, tenemos mucho trabajo y es sábado. Despues de andar más de dos horas y recorrer gasolineras y polígonos industriales podemos comprar dos bujías pero no todo son alegrías, el exceso de sol y la falta de chuletones han acabado con mis ya de por si reducidas capacidades mentales, la llave para cambiar la bujía está en el barco, por lo que toca remar de vuelta, también. El “Donut” es una instalación muy recomendable para la gente que no desea ser vista en primera línea, hay gente de paso y que se ve que viaja. Tienen precios muy asequibles (una cuarta parte que el resto de marinas) con luz y agua, genial. Lo que tenía que ser una recalada para comprar y cargar agua fresca se convierte en un par de días de descanso y visita a Maó. Además el dinghy “funciona”.

El 26 dejamos las comodidades y lujos del “Donut Flotante” y entre Transmediterrania’s y cargueros salimos a vela de la ría de Maó. Doblamos el Cap de Maó y entre bordos y ceñidas para ganar Norte a Mila se le escapa algo grande de la caña, otro día cenando verdura y pasta. No será el primero que se ns escapa, tenemos que aprender a lidiar con estas bestias. Vemos Illa Colom y arrumbamos hacie el sur, al final de la bahía debemos encontrar Es Grau. Cuando llegamos encontramos un campo de boyas ocupando el mejor lugar de fondeo. Tiramos el ancla algo más apartados en un lugar igual de seguro y bonito. Ahora que tenemos motor no nos lo pensamos y bajamos a tierra a pasear, mañana iremos a explorar Illa Coloma y un monte cercano, que cómodo es a motor…..

Salimos de Es Grau en dirección a nuestro último objetivo del viaje y destino obligado, Cala Pregonda. Llegamos rápido, que espectaculares los cabos de Favàritx y Cavalleria y toda la costa que los rodea…. Cuando nos acercamos nos encontramos lo que esperábamos, un monton de mástiles detras de las rocas que nos obligan a fondear fuera del resguardo. Suerte que aquí se sigue el mismo patron que en el resto de las calas y sobre las 17:00 la gente comienza a marchar, Fornells está lejos. Entramos, echamos el ancla en un sitio genial a 3,5m de profundidad y al agua que hace rato que no nos bañamos. De golpe oímos que nos llaman, nos giramos y aparece Eduard con su familia. Están pasando unos días en Menorca y se han alquilado una motora para visitar las calas y hacer excursiones. Se abarloan a nosotros y pasamos un rato juntos brindando (los mayores) con Line Acuavite.

El viento está fuerte y nos quedamos esperando el mejor momento para saltar de nuevo a Premià. Sitio fantástico donde los haya, rocas volcánicas que parecen lunares y forman una barrera natural que protege la pequeña bahía con playa de arenas blancas y rocas rojizas. el agua limpia y transparente llena de peces. Desde la salida del sol hasta su puesta, todo un espectáculo de luz y color. Por la mañana sobre las once, a la playa y al fondeo llega gente, pero todos siguen el bonito ritual de desaparecer sobre las cinco de la tarde, quedando el sitio desierto y precioso, además, como estos días hece bastante viento, la afluencia es menor, genial. Al fondeo llega también un bonito velero de madera, el Galvana, rescatado de las aguas de Menorca y restaurado por sus propietarios.

El 29, con un viento moderado de sur levamos ancla y A Orejas de Burro dejamos éste bonito lugar dirección Premià. Lejos de la costa encontramos fuerza 5 de Sur y marejada, aunque la navegación por ahora continúa cómoda. Vemos un montón de delfines y nosotros volamos dirección Norte.

Comienza a caer el sol y cambiamos ligeramente el rumbo para que el viento nos entre por la aleta y así poder “desatangonar” el génova y estar relajados ante un posible cambio de viento. Cenamos (ya está todo preparado, algo aprendimos del viaje de ida) y voy a dormir quedando Mila de guardia, como siempre, ella trima las velas y ajusta el rumbo para sacar el máximo rendimiento, yo duermo como un tronco (MariCarmen no dormiría y eso que es su madre). Cuando subo a la bañera Lune de Miel vuela, que bien, no tendré que tocar nada y podré dedicarme a intentar reconocer estrellas con el planisferio que a la salida nos regalaron Teresa y Quim. Que poco se de la Mar, a las 3 de la mañana y de golpe, sin previo aviso, entramos en un banco de niebla y el viento no afloja, sube…. encendemos el motor para alimentar el radar, despierto a Mila y tomamos dos rizos. El viento se pone a 25 nudos con rachas de 30 y el velero corre a más de 8 nudos sin ver nada, que miedo. Todo el viaje tranquilo sin ver a nadie y de pronto en el radar un eco que se acerca sin contemplaciones, un Costa Crucero (más miedo todavía) que nos pasa por la popa a menos de una milla; más tarde otro eco raro que resultan ser dos veleros navegando muy cerca y que se dirigen a las islas; más tarde un pesquero y un carguero, este segundo no se deja ver pero curiosamente olemos el diesel de su motor, vaya nochecita……

A las tres de la mañana del 30 de Junio amarramos en Premià después de 21h de navegación, 5 menos que a la ida en un trayecto algo más largo. En total hemos recorrido 474 millas, 230 cruzando y el resto dando la vuelta a Mallorca y Menorca. Otro viaje inolvidable.

Deja un comentario